lunes, 24 de febrero de 2014

3- El Seminario de Valencia


Con el paso de los siglos, el Concilio de Trento para lograr la buena preparación de los futuros sacerdotes, propuso la creación de casas para la formación de los llamados por Jesús a ser sacerdotes. En nuestra Diócesis de Valencia, se anticiparon a estos seminarios los Arzobispos Santo Tomás de Villanueva y San Juan de Ribera, que promovieron la formación de los candidatos al sacerdocio fundando dos colegios para que residieran los futuros sacerdotes. Estos colegios-seminarios contaban con una formación humanista, intelectual y espiritual adecuada para llegar a ser sacerdote, y todavía siguen vigentes en nuestros días, según las Constituciones de sus santos fundadores.  

El siglo XVIII. El Seminario de Valencia en el edificio de la Compañía de Jesús

En 1769, el entonces Arzobispo Andrés Mayoral consiguió que el rey Carlos III firmara una Real Cédula autorizando la fundación del Seminario Conciliar, cuya sede se ubicaría en el edificio de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, que estaba deshabitada por la expulsión de los Jesuitas; aunque esto no sería una realidad hasta en 1790, en que el Arzobispo Francisco Fabián y Fuero lo llevó a cabo.


El primer Rector fue el entonces Obispo Auxiliar D. Melchor Serrano, y la primera promoción del nuevo Seminario estuvo integrada por veinte seminaristas, que ingresaron el 4 de noviembre de 1790 y el día 8 de diciembre celebraron la primera Fiesta de la Inmaculada como Patrona del Seminario, que todavía seguimos celebrando. El 1 de Enero de 1791 se confirieron las primeras órdenes sagradas en la Iglesia del Seminario, ante la venerada Inmaculada de Juan de Juanes.

El siglo XIX .El seminario Conciliar Central en la Calle Trinitarios

A principios del siglo XIX, los acontecimientos políticos hicieron que se suspendieran los estudios de Teología de la Universidad de Valencia, hecho que fue mal recibido por la sociedad valenciana. La Santa Sede, promovió una reestructuración de los estudios eclesiásticos y la aplicación de un nuevo plan de estudios que se dividió en tres períodos: primero, las humanidades clásicas y la filosofía, el segundo, la teología y el tercero, el derecho canónico. A pesar de los inconvenientes que tuvo la aplicación de este plan, se elevó el nivel intelectual del clero y creció el prestigio del Seminario de Valencia. El número de seminaristas de Valencia era entonces el más alto de todos los seminarios, según la Guía del estado eclesiástico: 1.260 alumnos en el curso 1867-1868, detrás del seminario de Valencia se encontraban el de Vich con 1.125 y el de Pamplona con 729 seminaristas.

De este modo, al ir aumentando el número de alumnos, (en el curso 1891-92, alcanzó la cifra de 1.300 seminaristas) fue necesario acondicionar una amplia dependencia en la calle Trinitarios de Valencia , además, mosén Sol había fundado el Colegio de vocaciones eclesiásticas de San José, en la calle Alboraya, que albergaba cerca de 300 seminaristas.

En 1892 se compró la casa señorial contigua al Seminario, situada entre éste y la Iglesia del Salvador (actual Residencia Sacerdotal Venerable Agnesio) que había sido Palacio del Conde de Cirat, y que fue reformado exteriormente a fin de igualar su fachada con la del seminario. A partir de entonces este nuevo edificio fue destinado a filósofos y latinos y el anterior a teólogos y canonistas

El final de siglo conoció una etapa de decadencia en el número de seminaristas y de su preparación académica y espiritual. El Arzobispo Sancha adoptó las medidas necesarias para remediar tal situación, renovando el plan de estudios y el régimen interno del Seminario.

Principios del S. XX. Última etapa del Seminario en Valencia y persecución religiosa

El 14 de noviembre de 1896, aprobó León XIII la erección canónica de las tres facultades (Filosofía, Teología y Derecho Canónico) de la Universidad Pontificia de Valencia, y la solemne inauguración tuvo lugar el 13 de marzo de 1897, de tal manera que los seminaristas del Seminario Conciliar Centrar, realizaban sus estudios en la Universidad Pontifica. Los Arzobispos Victoriano Guisasola, José Salvador y Barrera, y el Cardenal Reig, promovieron en el Seminario las medidas para mejorar la preparación de los sacerdotes.

En 1920, es rector D. Nicolás David y arzobispo de Valencia el Cardenal Enrique Reig y Casanova; con el nuevo rector se inicia un periodo fecundo del seminario. En 1928, bajo el mandato del nuevo arzobispo D. Prudencio Melo, se funda en el seminario el secretariado Diocesano de Misiones, con el fin de administrar y organizar las obras misionales pontificias, y desde el seminario se edita la Hoja de Misiones, que se reparte a las parroquias. 

A partir de 1931 es nombrado rector el obispo auxiliar D. Francisco Javier Lauzurica Torralba, y una de sus primeras decisiones fue la creación del Seminario Menor, que quedará instalado en el edificio del antiguo colegio de vocaciones eclesiásticas de San José, en la calle Alboraya y al que pasarán los seminaristas de humanidades, quedando los dos edificios de la calle Trinitarios  únicamente para los filósofos y teólogos.

Durante el curso 1933-34 se efectuó la Visita Apostólica al  Seminario Conciliar, en la Calle Trinitarios, y fue el Visitador Apostólico el Padre D. Marcelino Olaechea, que más tarde sería nombrado Arzobispo de Valencia. Fruto de esta Visita, el Arzobispo D. Prudencio Melo se propuso elevar el nivel de estudios teológicos y mantener el nivel de la vida espiritual del Seminario.

Al estallar la Guerra Civil, en 1936, el edificio del Seminario fue saqueado y tuvo que ser desalojado. En tiempo de guerra sirvió para los más variados destinos, entre ellos el de cárcel o de almacén de artillería. Los seminaristas tuvieron que regresar a sus casas, y el seminario se cerró. Una vez terminada la persecución religiosa se volvió a abrir el seminario, que estaba en ruinas. Es entonces cuando empieza a forjarse la idea de un nuevo seminario en Moncada.



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